Ser tan fuerte que nada pueda perturbar tu paz mental.
Hablar de salud, felicidad y prosperidad a toda persona que conozcas.
Hacer que tus amistades sientan que hay algo valioso en ellos.
Mirar el lado positivo de todo y que tu optimismo se haga realidad.
Pensar únicamente en lo mejor, trabajar únicamente para lo mejor y esperar únicamente lo mejor.
Ser tan entusiasta del éxito de los demás como lo eres del tuyo propio.
Olvidar los errores del pasado y avanzar hacia los mayores logros del futuro.
Tener una expresión animada en todo momento y tener una sonrisa para toda criatura viva con la que te encuentres.
Dedicar tanto tiempo a mejorar tú mismo que no tengas tiempo para criticar a los demás.
Ser muy grande para preocuparte, muy noble para enfadarte, muy fuerte ante el miedo, y muy feliz para permitir la presencia de problemas.
Pensar bien de ti mismo y proclamar este hecho al mundo, no gritándolo con palabras, sino demostrándolo con grandes obras.
Vivir con la fe de que el mundo está de tu lado, siempre y cuando seas sincero con lo mejor que hay en ti.
Credo del Optimista, Christian D. Larson